Practicar el autoamor sin caer en el egoísmo o en el narcisismo implica lograr un equilibrio entre un trabajo interno donde logremos apreciar nuestra esencia y conseguir la armonía con el entorno, lo que no es fácil.

El autoamor va más allá de la autoestima. Hoy en día la autoestima, por ejemplo, es un tema recurrente cuando hablamos de conflictos emocionales o dificultades al relacionarnos con los demás: todo parece indicar que debemos estimarnos a nosotros mismos mejor; pero ello no basta puesto que además de reconocer nuestra valía personal debemos ejercer el autoamor, es decir el autocuidado.

Hay una máxima que dice: “se ama lo que se conoce”. Así que el primer paso para el autoamor estriba en el autoconocimiento. Un inicio complicado porque la cotidianidad de la mayoría de nosotros está llena de información, de mensajes constantes que vienen del exterior y pueden llegar a ofuscarnos, hacernos perder la noción incluso de quienes somos.

Autoconocimiento como preámbulo de la autoestima

El autoconocimiento es esa capacidad que nos permite explorar nuestro ser, es la introspección y la habilidad de reconocernos como individuos. Ello nos permite reconocer aquello que nos caracteriza y también lo que nos vulnera.

Éste es resultado de un el proceso reflexivo que supone la madurez de conocer nuestras cualidades y defectos, pero también implica reconocer los mecanismos en que nuestras emociones funcionan y por qué. Un factor que con frecuencia omitimos al intentar conocernos.

El autoconocimiento es el paso previo y fundamental para lograr la autoestima, el autorrespeto y el autocontrol.

Autoestima, el camino al autoamor

La consecuencia óptima del autoconocimiento debería ser la autoestima. Esta es la fe que cada persona tiene en sí misma, la valía que se otorga por el hecho de ser quien es. Es la percepción positiva del propio valor, habilidades y logros, la visión positiva que tenemos de nosotros mismos.

Aunque existen situaciones que merman este valor positivo llevándolo incluso a una visión completamente negativa de uno mismo, lo que es un factor de relevancia en la procuración del autoamor o autocuidado. Una autoestima negativa nos hace vulnerables al maltrato y la manipulación por parte de otros, pero también de nosotros mismos.

Cuando sabemos lo que somos capaces de hacer con más o menos facilidad, cuando nos aceptamos con defectos y virtudes, por naturaleza se da el autorrespeto y es más fácil que pidamos el respeto de los demás. Así somos capaces de establecer límites y evitar que otros abusen de cualquier manera de nosotros.

Esto a su vez tiene como consecuencia que busquemos conocer a los demás (antes de prejuzgarlos o discriminarlos), valorarlos por lo que son y respetarlos, tal como deseamos que se haga con nosotros

¿Cómo practicar el autoamor? 

Cuando reconocemos el valor que tenemos para nosotros mismos, es decir cuando nuestra autoestima se cimenta en el autoconocimiento y el respeto, difícilmente nos expondremos a situaciones de riesgo, como la manipulación, el chantaje emocional, las relaciones tóxicas y la violencia psicológica o física.

La manifestación del autoamor no es nada menos que el autocuidado; es la forma en que reaccionamos frente a aquello que percibimos y valoramos de nosotros mismos.

De acuerdo con Nathaniel Branden: “El Autoamor es una predisposición a experimentarse como competente para afrontar los desafíos de la vida y como merecedor de la felicidad”.

Si somos merecedores de la felicidad buscaremos todo aquello que nos la brinde y evitaremos aquello que nos la niegue. El  autocuidado que deriva del autoamor  es importante para nuestra salud física, mental y emocional.

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Quien se ama a sí mismo y se cuida…

1. Provee a tu cuerpo de los cuidados que requiere: buena alimentación, buen descanso, ejercicio y nada de sustancias que le hagan daño.
2. Evita los comportamientos de riesgo, como el consumo excesivo de alcohol, fumar, usar drogas o, incluso, conducir el auto sin cinturón de seguridad.
3. Practica sexo seguro y no pone en riesgo su salud con prácticas que puedan exponerlo a ITS.
4. La persona que se cuida a sí misma no realiza ningún tipo de autoagresión; por el contrario, cuida su cuerpo y su mente… se procura bienestar.
5. No permite que nadie le maltrate, le empuje, le pegue, azote o agreda de cualquier otra manera. Por ello sabe poner límites y evita exponerse a relaciones tóxicas.
6. Habla de sí mismo con respeto y palabras gentiles, una persona que se ama a sí misma jamás utiliza palabras hirientes o insultos cuando se refiere a ella misma.
7. Reitero que quien se ama pone límites, evita que los demás intenten determinar su forma de ser, vestir, actuar o relacionarse.
8. Cuida sus pensamientos evitando aquellos negativos o que le producen obsesiones, depresión o cualquier forma de malestar.
9. Se da tiempo para sí misma y hace que ese tiempo se respete. Se procura un tiempo y espacio propio que le produzca bienestar, sin dejar que el estrés y la angustia le invadan o controlen.
10. Quien se ama a sí mismo, misma, reconoce sus éxitos, los valora y los celebra, incluso los comparte. Asimismo, no envida el éxito de los demás sino lo aplaude.
11. Se nutre de cosas que le gustan, ya sea lecturas, paseos, la compañía de sus amigos, viajes, etc.
12. Quien se autoama no permite que nadie le posea, le controle o le limite. Sabe terminar a tiempo una relación que pudiera ser codependiente.

De tal forma quien se ama se cuida y se provee de bienestar, así como lo hace con los demás; se procura un ambiente saludable y se nutre de cosas positivas.

 

JORGE DOMÍNGUEZ | PSICOTERAPIA