Estos 10 Motivos frecuentes que nos llevan a psicoterapia son padecimientos comunes que requieren un acompañamiento profesional fuera de todo estigma y prejuicio.
Detrás de la asistencia a la psicoterapia existen muchos estigmas y prejuicios; sin embargo, el cuidado de la salud emocional no puede retrasarse por miedo a lo que dirán los demás, sino que debe ser una prioridad basada en el amor propio y el autocuidado.
Afortunadamente hoy en día es cada vez más frecuente que las personas acudan a psicoterapia llevadas por la búsqueda del bienestar y adquirir una mejor calidad de vida, lidiando con problemas que son más comunes de lo que imaginamos.
En cierto sentido, cualquier persona puede beneficiarse de los servicios psicológicos que incrementan y mantienen el bienestar general, y promueven la libertad para tomar decisiones y la fuerza para existir. Hay casos sin embargo en que es necesario o muy recomendable buscar ayuda psicológica.
10 Motivos frecuentes que nos llevan a psicoterapia
Actualmente existen condiciones emocionales y padecimientos muy comunes que llevan al grueso de la población a considerar acudir a psicoterapia para alcanzar amplios beneficios en su salud emocional. Hoy te platicaré cuáles son esos motivos frecuentes que nos llevan a psicoterapia.
1. Trastorno adaptativo
Las transformaciones que nos impone el curso natural de la vida no siempre son fáciles; pasar de la niñez a la juventud a través de la adolescencia, por ejemplo, es un proceso complejo. Lo mismo si hablamos de la adultez a la vejez, o al proceso de ser padres, etc. La psicoterapia nos ayuda a adaptarnos a los cambios de la vida.
Este es uno de los motivos más frecuentes de la psicoterapia: un trastorno adaptativo que surge como respuesta de gran ansiedad, estrés o malestar frente a situaciones que causan gran incertidumbre, procesos de cambio (como la pérdida del empleo, la migración, el cambio de una etapa a otra de la vida).
Se trata de situaciones dolorosas que sobrepasan a las personas y ante las cuales desconocen cómo hacerles frente. La psicoterapia les brinda soporte y asesoramiento para transitar por el cambio.
2. Depresión
Siendo una de las enfermedades mentales con mayor incidencia a nivel mundial, la depresión ocupa un puesto significativo en la frecuencia de consultantes en psicoterapia.
La depresión es un trastorno emocional que causa un sentimiento de tristeza constante y una pérdida de interés en realizar diferentes actividades. También denominada «trastorno depresivo mayor» o «depresión clínica», afecta los sentimientos, los pensamientos y el comportamiento de una persona, y puede causar una variedad de problemas físicos y emocionales. Es posible que tengas dificultades para realizar las actividades cotidianas y que, a veces, sientas que no vale la pena vivir.
Más que solo una tristeza pasajera, la depresión no es una debilidad y uno no puede recuperarse de la noche a la mañana de manera sencilla. La depresión puede requerir tratamiento a largo plazo. Pero no te desanimes. La mayoría de las personas con depresión se sienten mejor con medicamentos, con psicoterapia o con ambos.
3. Ansiedad
La ansiedad, especialmente a partir de la pandemia por Covid 19, ha disparado las estadísticas de pacientes que la sufren a nivel mundial. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) la ansiedad es el trastorno psiquiátrico más importante en el mundo, con el que viven más de 264 millones de personas.
Son muchos los trastornos de ansiedad existentes, siendo algunos habituales el trastorno de pánico o el trastorno por ansiedad generalizada, el trastorno obsesivo compulsivo, fobias…
La ansiedad puede ser normal en situaciones estresantes, como hablar en público o realizar una prueba. La ansiedad es solo un indicador de una enfermedad subyacente cuando los sentimientos se vuelven excesivos, en todo momento e interfieren con la vida cotidiana.
Preocupación y miedo intensos, excesivos y continuos ante situaciones cotidianas son sus signos característicos. Es posible que se produzca también taquicardia, respiración agitada, sudoración y sensación de cansancio.
4. Trastornos del neurodesarrollo
Aunque la psicoterapia suele estar enfocada a condiciones emocionales que aquejan a jóvenes y adultos, también es habitual encontrar sesiones enfocadas a la psicología infantil. Un área en la que es frecuente encontrar trastornos del neurodesarrollo que complican la vida cotidiana y emocional del paciente.
Algunos de los motivos comunes de consulta son los trastornos del aprendizaje: dislexia, discalculia, por ejemplo; junto con trastornos por déficit de atención (con o sin hiperactividad) y el trastorno del espectro autista.
También son habituales los trastornos de la comunicación o los motores (como los de tics o el trastorno de la Tourette.
5. Adicciones
Las adicciones y trastornos por consumo de sustancias es otra de las áreas frecuentes en la asistencia a psicoterapia. Las adicciones se basan en la búsqueda del alivio a través del consumo o uso de sustancias u otras conductas similares.
En este sentido algunas de las adicciones más habituales son las vinculadas a sustancias, entre las que destacan la dependencia al alcohol, al cannabis, a la cocaína o a la heroína e incluso al tabaco.
Igualmente existen adicciones conductuales como la compra compulsiva, la adicción a las nuevas tecnologías (incluyendo móviles, videojuegos), la adicción al sexo o incluso adicciones socioafectivas.
6. Gestión emocional y autoestima
El manejo de heridas en la infancia, el trabajo con la inteligencia emocional, así como aumentar los niveles de autoestima, son con frecuencia las causas más comunes que debemos enfrentar en psicoterapia. Sin embargo, como no suelen ser derivadas de una enfermedad mental neurológica per sé, como sí son los casos anteriores, las personas suelen tener mayor dificultad para consultar a un profesional.
En estos casos se trata de guiar al paciente en la identificación, exploración, reconocimiento y manejo de emociones que le resultan dolorosas o incómodas. Así como adquirir herramientas para gestionar su individualidad emocional y encontrar bienestar con quien es y cómo se siente.
7. Conflictos de pareja y familiares
Muy frecuente también es la psicoterapia enfocada a la relación de pareja y el bienestar familiar. Los problemas tratados en este sentido suelen basarse en conflictos, faltas de comunicación y dinámicas y roles disfuncionales en las relaciones.
Estos temas se tratan tanto de manera individual como en conjunto, ya sea con la pareja o con los miembros de la familia que requieran afrontar los conflictos en conjunto.
8. Disfunciones sexuales
Si bien en algunos casos estamos ante un problema de causa orgánica, a menudo estos problemas tienen un importante componente psicológico (como la ansiedad). Destaca la disfunción eréctil y la eyaculación precoz como problemas más frecuentes en el hombre, mientras que el deseo sexual hipoactivo es el más prevalente en mujeres (seguido por el trastorno orgásmico femenino).
El psicoterapeuta guiará a los pacientes a explorar las causas psicológicas de la disfunción, a afrontarlas y trabajar en resolver los motivos subyacentes, así como para encontrar herramientas que les permitan a llegar a una vida sexual saludable y plena.
9. Trastornos de la conducta alimentaria
Anorexia nerviosa y bulimia nerviosa son los trastornos de la conducta alimentaria más comunes, especialmente en mujeres púberes y jóvenes. Además de ello existe también el trastorno por atracón o la evitación de la ingesta de alimentos.
Estos problemas tienen su origen en el autoconcepto y la auto imagen corporal, y desde esta perspectiva, se deberá apoyar al paciente a restablecer una visión de sí misma mucho más aceptable y amorosa, paciente y compasiva.
10. Tanatología
Hoy en día es más frecuente aprender a enfrentar la pérdida, especialmente la muerte, a través del reconocimiento de las etapas de duelo. El psicoterapeuta, haciendo uso de las herramientas tanatológicas guía al paciente para procesar su sentimiento de dolor y atravesar por las 5 etapas características del duelo: negación, enojo, negociación, depresión, aceptación.
El tanatólogo ayuda a crear en las personas sistemas de creencias propios sobre la vida y la muerte, no como una fantasía o castigo sino como la aceptación de la muerte como un proceso natural. Prepara a la gente para asumir cualquier tipo de pérdida y educa a tratar en forma humana e inteligente a quienes están cercanos a la muerte.
En términos generales, es recomendable acudir a terapia psicológica cuando existe un problema que supera las fuerzas que tienes en determinado momento para solucionarlo, que te impide vivir y experimentar bienestar y que por lo tanto te ocasiona malestar y sufrimiento.
Si se atraviesa por cualquier de estas experiencias u otras que resulten complejas, incómodas y dolorosas, una opción para facilitar el camino es la psicoterapia. Un instrumento que se utiliza de manera única para cada persona, pues es ella la que lleva las pautas del proceso con la guía de un profesional.
JORGE DOMÍNGUEZ | PSICOTERAPIA