Desarrollar estas claves para ser autosuficiente en el ámbito emocional te permitirá vivir con mayor conciencia de ti misma, mismo, generar tus propios momentos de felicidad y gestionar mejor aquellos límites que te impones a ti mismo cuando depende de otros.
La autosuficiencia emocional es justamente eso: no depender de nadie para experimentar tus propias emociones y saberlas gestionar adecuadamente, así como proveerte de ellas por ti misma.
La historia de Margarita
Con frecuencia Margarita se sentía infeliz. Cuando yo le preguntaba por qué se sentía tan infeliz, me respondía: “es que mi marido me hace enojar”. “Es que mis hijos me ponen triste”. “Es que mi jefe me estresa”. “Mis hermanos me molestan con sus comentarios”. “Con la única que cuento es con mi madre, ella pone contenta”.
Ante estas quejas sobre su infelicidad, observé que Margarita nunca sentía emociones por sí misma, que todas sus emociones dependían de lo que, aparentemente, hacían otros para que ella se sintiera de una u otra manera.
En casos como éste podemos ver un claro ejemplo de dependencia emocional; cuya contraparte es la libertad emocional, de la que ya he escrito previamente. No obstante, la autosuficiencia no sólo trata de que nuestras emociones dejen de depender de otros, sino que nosotros seamos capaces de generar nuestros propios estados emocionales satisfactoriamente.
Margarita no se sentía feliz porque otros hacían cosas que determinaban sus emociones, y con el tiempo se acostumbró a pensar que esa desdicha era irreversible puesto que era incapaz de proveerse a sí misma el bienestar emocional.
Asimismo, la dependencia emocional nos reta responsabilidad sobre nuestra propia existencia, nos permite caer en la tentación de victimizarnos y ser esclavos de otros, al menos en términos emocionales.
Para poder liberarte de esta situación y generar tus propias emociones positivas te dejo estas claves:
Claves para ser autosuficiente en el ámbito emocional
Estas claves te van a ayudar a dejar de culpar a otras personas por provocarte emociones “negativas”, para luego asumir que la felicidad no está fuera de nosotros mismos, sino que es nuestra responsabilidad. Para ello tienes que afrontarte contigo misma, mismo, para hacer una introspección.
- Conócete.Dedica un momento para estar a solas, hazte consciente de tus pensamientos, aprende a conocer tu mente.
- Desarrolla tus sentidos.En la soledad, totalmente consciente de ellos, experimenta con tus sentidos para ser capaz de crear sensaciones auténticas y que puedas disfrutarlas. Te ayudará a darte cuenta que puedes generarte sensaciones por ti misma y, por ende, también verás que puedes generar emociones dentro de ti.
- Crea.Genera nuevas cosas para ti misma, mismo; produce nuevas ideas, nuevos ambientes, nuevasperspectivas. Cuestiónate sobre lo ya conocido, intenta verlo de otra manera. Te darás cuenta que no necesitas a nadie para cambiar y hacer cosas por ti.
- Ten curiosidad y aprende. Adentrartea nuevos conocimientos y aprendizaje,cuestionarte y resolver asuntos con curiosidad, nutre tu mente y te deja ver tu potencial. Ese potencial que te da autoconfianza y poder de liberarte emocionalmente de otros.
- Aprende a gestionar tus problemas.Si estás preocupada/o, resuélvelo. Si estás herida/o, reconfórtate. Si te sientes sola, acompáñate.
- No esperes a otros.Poco a poco vegestionando tus emociones y dejando de esperar que sean otros los que te ayuden a sentirte bien.
- Asume la responsabilidad.Recuerda que los demás no son tus problemas; si lo crees así dependerás de ello. En cambio, si asumes la responsabilidad de cómo te sientes podrás darle solución por ti misma/o. Si consideras que los demás no son el problema, entonces mirarás en tu interior para encontrar la solución.
- Sé agradecida.Si te quejas no llegarás a ningún lado, lo mismo si te haces la víctima; ser agradecida abre la puerta a recibir sólo cosas buenas.
- Da afecto.Si crees que te falta afecto, da afecto; verás lo bien que te hace sentir no esperar el afecto sino darlo. Encuentra tu manera de generar afecto.
- Ayúdate.Si crees que te gustaría que alguien te ayudara, ayúdate a ti misma/o.
Si aún con ello no consigues generar tus propios estados de felicidad quizá sea momento de consultar a un profesional que te guíe personalmente en el manejo de tus emociones.
JORGE DOMÍNGUEZ | PSICOTERAPIA