La autoestima es un aspecto fundamental en la personalidad del individuo, define su identidad y la manera en que se habrá de relacionar con los demás. Esta se va formando día a día desde la infancia, a través de los vínculos establecidos con los demás (particularmente los padres y cuidadores del niño) y experiencias en las que cada uno se pone a prueba.
Quererse a sí mismo es un elemento básico en la formación personal de los niños. De su grado de autoestima dependerá su desarrollo en el aprendizaje, en las buenas relaciones, en las actividades sociales. Es un elemento fundamental para el desarrollo pleno de la persona.
¿Por qué es importante la autoestima en la vida de los niños?
Un niño con autoestima positiva se siente seguro, motivado, capaz y valioso. El bienestar derivado de este equilibrio emocional le permitirá ser responsable, comunicarse con fluidez y relacionarse con otros de forma adecuada.
Por el contrario, contar con baja autoestima generará un niño con poca o nula confianza, limitado para interactuar con otros, inseguro y apocado. Se sentirá inferior y le costará lidiar con las relaciones sociales, incluso llegando al riesgo de asilamiento o conductas agresivas.
¿Qué papel juegan los padres en el desarrollo de la autoestima de los niños?
Por supuesto, los padres tienen un papel fundamental en la construcción de la autoimagen valía de los niños, fundamentos éstos para construir la autoestima positiva. La forma en que se les habla, se les trata y se les toma en cuenta es clave en ello.
La autoestima de los niños depende de los padres. Ayúdalos a desarrollar una autoestima fuerte y le darás armas para vencer cualquier problema.
Claves para fomentar la autoestima de los niños
- Para que se sepan valiosos es importante que se les tome en cuenta y se les dedique tiempo de manera exclusiva.
- Utilizar la crianza positiva es una gran herramienta ya que ésta busca educar desde el respeto y la confianza.
- Debemos dejarles tomar pequeñas decisiones en cuanto a sus relaciones o hábitos diarios. Asimismo, darles responsabilidades. Esto les ayuda a sentirse capaces y confiables.
- Evitemos las comparaciones, tanto con los hermanos como otros niños. Es mejor hacerles saber que son únicos e irrepetibles y por eso se les ama.
- Al dirigirnos a ellos debemos evitar las etiquetas o estereotipos, tanto positivas como negativas. Limitar al niño dentro de una etiqueta a la larga será un peso enorme en su vida.
- Hay que valorar sus esfuerzos y no los resultados, hacerles saber que su trabajo y empeño son importantes.
- Cuando se halaga a un niño se debe ser concreto y claro. Se le debe decir qué fue lo que hizo bien y por qué es bueno o grato.
- Es muy importante no negar sus emociones sino validarlas. Debemos dar importancia a lo que sienten aun cuando al adulto le parezca irrelevante. Lo que el niño siente siempre es importante.
- La sobreprotección es un camino directo a la inseguridad y dependencia, que minan la autoestima. En lugar de hacer cosas por los niños, debemos acompañarlos en el proceso de cada reto que enfrentan.
- Es importante ayudarlos a transitar por la frustración, el error y los fracasos. Enseñarlos a aceptar el fracaso y que el éxito no es la única forma de medir su valía.
Finalmente, no olvidemos que los niños, que se sienten queridos y aceptados, se quieren y se sienten cómodos con ellos mismos.
JORGE DOMÍNGUEZ | PSICOTERAPIA